Aquí encontrarán artículos de mi autoría publicados en otros medios. Y uno que otro análisis/reflexión relacionado a economía y/o política. Las opiniones-visiones de este blog son personales
América Latina: la historia como manipulación
Daniel Baquero*
La historia está llena de héroes y villanos, de glorias y derrotas, pero sobretodo en América
Latina de dictaduras y regímenes totalitarios. La memoria colectiva es frágil, el vencedor es que
el que cuenta la historia y, generalmente, se la acoge como verdad por lo que es necesario en
ciertos casos el cuestionamiento de los hechos. En América Latina la imagen de ciertos líderes
ha sido llevada casi al nivel de mártir, olvidando ciertos puntos de análisis indispensables a la
hora de emitir criterios. Primero, no existen dictaduras buenas independientemente de su origen
ideológico o tendencia política. Es decir, no importa si son de derecha o de izquierda, la dictadura
de por sí implica la coartación de las libertades individuales: el fin no justifica los medios. Segundo,
cualquier criterio emitido por un régimen que se mantiene más de cincuenta años en el poder
debe ser cuestionado, porque al margen de sus intenciones por defender “la democracia”, el
ejemplo predica más que la retórica. Tercero, no se justifica tampoco la intervención de países
extranjeros en conflictos de carácter interno, así sea en nombre de la democracia y la defensa de
las libertades. Los ejemplos son muchos y los aprendizajes, al parecer aún pocos.
La violencia, es un triste elemento de la historia, pero también se puede evitar a futuro cuando se
entienda que las ideologías y los héroes (en su mayoría) del último siglo, de izquierda o derecha,
no son más que cortinas de humo de gobiernos que buscan reducir el debate y el pensamiento
crítico dentro de las sociedades. Una cosa es la cívica y el respeto por la historia de un país junto
con individuos que la engrandecieron; y otra muy diferente es el abuso de poder y el discurso
desgastante usando elementos y figuras como manipulación para lograr aceptación y perpetuarse
por décadas. Exijamos más debate, mayor educación y, menos imposiciones, culpabilidades e
ideologías.
*Estudiante Universidad San Francisco de Quito
No hay comentarios:
Publicar un comentario