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Liberalismo clásico, ¿qué mismo es?


En esta ocasión me gustaría compartir mi entendimiento sobre la corriente de pensamiento conocida como el liberalismo clásico.
Comencemos por diferenciarlo con el liberalismo (a secas) como, al parecer, se lo conoce más a menudo. El liberal es aquella persona que se cataloga como social demócrata en el contexto de los Estados Unidos. En el caso latinoamericano, el liberal puede ser confundido con los simpatizantes de la denominada “derecha”.
Particularmente, en el caso latinoamericano,  el liberalismo clásico no tiene absolutamente nada que ver con la derecha prehistórica predominante. Estos últimos pueden llegar a ser defensores de una economía estatizada y de un poder centrado colosal. Asimismo, tienden a favorecer modelos mercantilistas.
En el caso estadounidense, ser liberal es otra forma de decir que es creyente de la teoría del votante medio. En general el liberal estadounidense tiende a arrastrarse a lo que comúnmente denominamos centro.
En la actualidad a los liberales clásicos se los llama, comúnmente, libertarios. Estas personas son defensores de los derechos de la propiedad privada y del principio de no agresión. En pocas palabras, el liberal clásico es una persona que cree en la paz y quisiera ver a la sociedad manejarse dentro de un esquema de acuerdos contractuales y un alto respeto a la propiedad privada.
Los liberales clásicos, en cuestiones económicas, se separan de los clásicos Adam Smith y David Ricardo, entre otros; y más bien se guían en la filosofía de Bastiat, John Stuart Mill y Karl Popper en el ámbito epistemológico, y en las ideas de Von Mises, Rothbard y Hayek (entre muchos otros) en temas económicos.
En este contexto, puede hablarse también del famoso Neoliberalismo
El Neoliberalismo, que se ha convertido en el argumento de último recurso de las personas con tendencias izquierdistas, fue un nuevo nombre para el retorno de la políticas mercantilistas (no liberales) de varios países. El Neoliberalismo, en mi opinión, es bastante forzado como concepto y, lamentablemente, se esta transformando en la excusa/escapatoria de muchos académicos y políticos en el debate. La diferencia entre los liberales clásicos y la derecha latinoamericana ( ¿Neo liberal?) es abrumadora.
En cuanto a la parte técnica de la economía, muchos mantienen que los liberales clásicos no soportan modelos matemáticos. Eso es parcialmente verdad, puesto que algunos pensadores de esta escuela defienden, precisamente, que el uso de las matemáticas nos alejan del mundo real. No obstante, conforme avanza el desarrollo del pensamiento coyuntural de la escuela liberal clásica, algunos economistas comienzan a utilizar métodos econométricos para realizar estudios relacionados al ciclo económico (ver trabajos de Lucas Engelhardt) y de modelizar teorías macroeconómicas (ver trabajos de Roger Garrison).
De igual forma, la visión matemática de la búsqueda de patrones, es algo que se encuentra llamando la atención de algunos pensadores (ver teoría de fractales, experimentos económicos, complejidad).
En definitiva, la escuela liberal clásica tiene muchas diferencias con los conocidos liberales (derecha “prehistórica”) latinoamericanos y estadounidenses (social demócratas). Es simplemente el reconocimiento de la propiedad privada como algo sagrado en conjunto con la no agresión en materia de relaciones humanas, al igual que se aboga por el verdadero libre mercado. Aunque suene paradójico (por su nombre), esta escuela todavía se encuentra en proceso de expansión, esto se debe a que sufrieron un retroceso importante en, prácticamente, todo el Siglo XX debido a al crecimiento de las escuelas Keynesianas y Neoclásicas.

En un próximo artículo se tratará el tema del liberalismo clásico como la esencia de los seres humanos. De igual forma, su visión negativa en relación a las instituciones de Bretton Woods (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional).

El código y la matriz


Se sigue (re)fundando la patria, la revolución ciudadana continua reescribiendo lo que estaba mal y lo que caracterizaba una estructura basada en el poder mediático y financiero. El código monetario financiero es otro intento para lograr este objetivo.
Muchos analistas se encuentran debatiendo, criticando y apoyando a la propuesta de código monetario financiero que al final se resume en una propuesta de institucionalización de corto plazo. Al ser aprobado el código, el impacto será notorio pero pasará a ser un eslabón más dentro de una larga cadena de restricciones de libertades que promueve el Estado actual.
Es fácil deducir que el código está atado con el cambio de la matriz productiva  y es una forma de conseguir más recursos hacia los sectores que el Gobierno estima como el futuro productivo del Ecuador.
El modelo insignia de la Revolución Ciudadana, el Buen Vivir, es un modelo caro, ni más ni menos, necesita recursos y el Gobierno ha adquirido tal confianza y pretensión del conocimiento que siente que puede canalizar el crédito (proveniente de depósitos públicos)  hacia los sectores que ellos consideran como los más importantes, por medio de una junta.
Si bien uno de los propósitos del código es limitar a la banca y que esta funcione para el desarrollo del país, también lleva consigo la incertidumbre que nuevas instituciones financieras puedan crearse. La limitación de competencia en el sector financiero y el crecimiento del poder estatal (junta que regulará el crédito) no hace más que concentrar la toma de decisiones en la política y no en criterios económicos como el riesgo y rentabilidad.
Todos los grandes cambios de institucionalidad, que ha liderado la Revolución Ciudadana, lamentablemente han sido gestados bajo las ideas de una sola corriente de pensamiento.

¿Será que el código monetario financiero dura trescientos años? Difícil. Si el proceso de cambio de matriz productiva llega a ser exitoso ¿Cómo se iniciará, asimismo, un proceso de especialización? Me parece que, a veces, se está perdiendo el objetivo esencial: Ecuador necesita producción con alto valor agregado y fuera del área de commodities que tienen precios volátiles en los mercados internacionales.

*Artículo publicado originalmente en Larepública.ec

Cuarenta y dos años de venas abiertas: ¿Se desangró América Latina?

“Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación[…]Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.”
Gabriel García Marquez, Discurso aceptación del Nobel 1982
Introducción
Cuarenta y dos años han transcurrido desde la publicación del libro “Las Venas Abiertas de América Latina” (VAL) por el uruguayo Eduardo Galeano. Esta obra venerada en América Latina, realiza un repaso de la dura vida de las personas en esta parte del continente pasando por episodios como la conquista, la colonización y todo tipo de abusos que marcaron a nuestra “Patria Grande” para justificar, de cierto modo, el subdesarrollo que experimentamos.
Pues bien, Galeano escribió de una manera magistral esta obra, la cual nos evidencia que estamos enfrente de un grandísimo escritor. No obstante, VAL es una obra que ha marcado la vida de mucho académicos contemporáneos los cuales usan este libro para explicar hechos concretos y explicar razones de la pobreza de América Latina. Para realizar este ensayo me baso en una cuestión principal: ¿Qué tan académico (en términos de empirismo) es el libro de Galeano? Y de manera secundaria: ¿Qué tanto ha influido este trato “Romántico” de la historia y de interpretaciones del autor? Y Cuarenta y dos años después de la publicación de VAL, ¿estamos enfrente de una América Latina fracasada? . Muchas dudas (aparte de las planteadas) florecen al momento de analizar este libro, dichas interrogantes serán expuestas a lo largo de este texto y, en lo posible, respondidas.
Para realizar este ensayo me centrare en tres ejes fundamentales: Una crítica basada en el uso de términos y conceptos, la colonización  y América Latina contemporánea. En cada una de estas secciones tratare lo esencial del libro de Galeano. Inspeccionaremos a VAL y emitiremos una conclusión de si realmente fue el libro que abrió los ojos a la población latinoamericana o si más bien fue el detonante para un punto de inflexión cultural que se vio impregnado en la mente de las personas de la región hasta nuestros días.
Estamos a punto de iniciar  un análisis de lo que Álvaro Vargas Llosa, Montaner y Mendoza llaman la “Biblia del Idiota”.

Y es que… entre términos literarios y económicos nos confunden
Empecemos por exactamente la primera frase de Galeano en la introducción de su libro: “Ciento Veinte Millones de Niños en el centro de la tormenta”
“La División internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder”[1]
Lo primero que me pregunté como economista es ¿ Qué quiere decir Galeano con esto?, y es que el concepto de “División del trabajo” es comúnmente acuñado al gran pensador Adam Smith. Smith en su libro “La Riqueza de las Naciones” planteaba el famoso problema de alfileres y como estos podían ser producidos más rápido por medio del experimento (a esa época) de dividir labores entre trabajadores. La división del trabajo es, de cualquier forma, un método para buscar la eficiencia.
Ahora, vale la pena hacer recuento del concepto de la “División internacional del trabajo” y para eso nos sirvió recordar a Smith puesto que, dada la explicación anterior, podemos desmenuzar este otro concepto como: la división que existe entre regiones y/o países con el objetivo de buscar especialización en ciertos productos. De este concepto traemos a colación otro muy utilizado en jerga de comercio internacional, especialización. ¿ Está hablando Galeano de las ventajas comparativas?
Las ventajas comparativas es un tema que se presta tanto a la discusión académica como al traspaso de ideas de forma política e ideológica, es decir defender este concepto trae consigo una etiqueta liberal (libre comercio, competitividad) y no defenderla acarrea una socialista (proteccionismo, controles). La forma de encadenar estos conceptos me parece equivocada por parte de Galeano puesto que no introduce temas más propicios de comercio internacional, y es que si se mete en ese campo la explicación debería ser completa, ¿o no?
Pablo Lucio-Paredes nos define de una manera precisa el concepto de ventajas comparativas:
“Nos dice, pues, algo muy simple y poderoso: incluso si un país (y se aplica por igual a personas y empresas) es menos productivo que otro en todo tipo de bienes, le conviene especializarse en lo que “menos mal hace”, y ambos salen ganando.”[2]
Entre Lucio-Paredes y el Presidente ecuatoriano Rafael Correa (ferviente admirador de Galeano. Cualquier parecido es solo coincidencia) hubo una discusión muy parecida a la que se intenta plantear en esta sección (Lucio-Paredes escribió un libro refutando varias afirmaciones de otro libro de Correa que defendía posturas opuestas al libre comercio y a la especialización). Galeano trata al hecho de especializarse como un todo en el mundo ( como que todos somos iguales y cada quien en el mundo va a producir algo diferente para que todos tengamos todo) y ese es un error enorme. Los países se especializan con el objetivo de ganar espacio dentro del comercio, por ende no es un juego en donde unos se especializan en ganar y otros en perder, es una forma de convivencia basada en la competencia y en la eficiencia (especialización).
Probablemente sin darse cuenta, Galeano se inmiscuye en un campo mucho más amplio de lo que propone. Hay toda una discusión académica e ideológica detrás de sus postulados emitidos. No solo en cuanto a su visión de la división internacional, sino también a sus postulados de proteccionismo.
En cuanto a lo que llamo “Romanticismo de Galeano” la siguiente frase ayudará a explicar mi pensamiento:
“La lluvia que irriga a los centros del poder imperialista ahoga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes – dominantes hacia adentro, dominadas desde afuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga”[3]
James Buchanan, premio Nobel de economía, realizó todo un esquema para explicar una escuela llamada “Elección Pública” (Public Choice) dentro de la economía. Su principal objetivo era el de anexar política con economía y emitir un análisis completo que incluya ambos campos. Entre sus muchos artículos académicos hay uno en especial al que quiero hacer referencia, “Política sin romance” (Politics without romance). Si bien este artículo no es una crítica a VAL (ni tiene nada que ver con Galeano), nos permite reflexionar sobre el rol de lo romántico (lo defino como: palabras bonitas) en política y en muchos análisis que podemos leer, probablemente, en el día a día.
Este tipo de romance encajona a la cultura como una enemiga para muchas sociedades. Galeano parece alimentar esta tendencia, analizar hechos no solo políticos pero históricos también, de una manera bonita y que incentive a nuestros sentimientos hacia el lugar que él desea.
La literatura nos lleva a explorar sentimientos profundos y solamente pocos, con el don, pueden ser grandes literatos; Galeano es uno de ellos, pero a mi parecer utiliza su pluma con el objetivo de trasladar un mensaje poco sustentado en el cual traslada a la Academia a un rol netamente secundario.
Y cuando no hubo nadie que nos moleste… ¿Lo hicimos bien?
Bueno, realmente siempre hubo alguien que moleste; si no eran los colonizadores, era el imperio ingles junto con su gran aparataje económico de finales del siglo XIX o más recientemente, el imperio del águila calva. Lo cierto es que la culpa de la desigualdad en América Latina Galeano lo mira como una consecuencia de nuestra mala fortuna.
En esta sección, veremos información empírica histórica en la cual podremos ver que América Latina ya había constituido instituciones que fomentaban la desigualdad y el fracaso económico.
Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff en su libro “This time is different” recopilan la historia de las crisis financieras desde principios del siglo XIX hasta 2008, uno de los cuadros que presentan lo reproducimos a continuación:

 

Cuentas acumuladas de default en países de: Europa, América Latina, América del Norte, Oceanía. Desde su año de independencia hasta 2008






Continuación tabla:







Fuente: Carmen Reinhart & Kenneth Rogoff. “This time is different” .pp. 99-100. Fuentes que ellos utilizan están incluidas en la imagen.


Como vemos, América Latina fue la región con más número y tiempo en default desde su año de independencia hasta 2008, ¿Culpa de los imperios o hicieron, para variar, algo mal los mismos Gobiernos?. Para ver mejor esto, observemos el siguiente gráfico:



Fuente: Carmen Reinhart & Kenneth Rogoff. “This time is different” .pp. 99-100   Elaboración: Autor


De este gráfico excluimos a América del Norte y a Oceanía puesto que su número de defaults es insignificante. Podemos ver una comparación entre Europa y América Latina en la cual esta última región sobrepasa con casi el doble a Europa en número total de defaults desde su independencia hasta 2008. Si bien la mayoría de países europeos fueron independientes mucho antes ( Reinhart & Rogoff mencionan esto) su muestra viene desde 1800 lo que muestra a América Latina como una región deudora desde mucho antes de lo que muchos podemos concebir y, seguramente, con una irresponsabilidad fiscal increíble.
Lo que básicamente se quiere demostrar con este pequeño análisis empírico son dos reflexiones:
·            La falta de datos empíricos en el estudio de Galeano lleva a que cualquiera pueda dudar de sus aseveraciones
·            América Latina ya conllevaba un historial irresponsable y deudor en su historia, lo que permite que tengamos un poco más de escepticismo hacia el análisis de Galeano y más critica a los Gobiernos de turno por su inminente responsabilidad fiscal.
 Ahora, examinemos un poco acerca de la política histórica social de América Latina post independencia. Engerman & Sokoloff nos muestran datos muy interesantes reproducidos a continuación:
Analfabetismo en las Américas, 1850-1950



Fuente: Engerman & Sokoloff. “History Lessons: Institutions, Factors Endowments, and Paths of Development in the New World.”. Journal of Economic Perspectives. Pp.229

Como vemos los grados de analfabetismo eran mucho más grandes en América Latina en comparación con Norte América. Esta información nos puede llevar a reflexionar que un factor para el subdesarrollo de América Latina fueron sus propias instituciones, no solamente el saqueo y la dominación imperial.
En este punto quiero aprovechar la conclusión emitida por North, Sumerhill y Weingast, que básicamente escarban en el factor institucional de la diferencia entre América Latina y del Norte.
“In closing, we observe that aspects of the patterns we study remain with us
at the turn of the twenty-first century. The United States retains a robust
system of federalism, democracy, limited government, and thriving markets.
Much of Latin America retains incompletely secure democracy and a
questionable foundation for citizen rights and markets.”[4]
Las vivencias de dictaduras en América Latina fue, asimismo, un factor clave para el declive institucional de la región. Democracia, respeto a la propiedad privada entre otras, fueron violadas por parte de déspotas que surgen a causa de la propia cultura latinoamericana basada en lo que el gran Gabriel García Marquez llamaba “Realismo Mágico”.
Como conclusión… ¿Se desangro América Latina?... una mirada al presente y futuro
América Latina es una de las regiones que más crece en el mundo actualmente. Si bien este éxito se basa en una frágil estructura sustentada en materias primas, lo cierto es que el nivel de vida es mejor que cuando Galeano escribió su libro. Desarrollé dos gráficos que nos ayudaran a visualizar de mejor forma el progreso de América Latina:


Fuente: CEPAL                                                         Elaboración: autor
Como podemos apreciar existe un cambio enorme a partir de mediados de la década del 2000. El PIB per capita real de América Latina desde 1990 a crecido exponencialmente lo cual refleja una época de prosperidad alejada de cualquier pretensión asumida por Galeano. Ayudado con un filtro para analizar datos de series de tiempo (Holt Winters) realice una pequeña previsión:


            Fuente: CEPAL                                                                Elaboración: autor
Una vez quitada la estacionalidad, podemos ver una previsión con tendencia positiva para América Latina. No obstante, la estructura cimentada en mucho de los países no es la adecuada y pueden sufrir shocks negativos lo que acarrearía posibles recesiones.
Galeano es un escritor de primer nivel, digno de la admiración de las más grandes mentes de la región. Las VAL es un libro que puede estar entrando en un proceso anacrónico en el cual hacer análisis puede resultar errado a causa del cambio de realidades. Al finalizar este análisis no quiero quitar de boga el rol que tuvieron los colonizadores y países externos a la región, pero si quiero hacer énfasis en los nefastos Gobiernos de izquierda y derecha que brindaron a su pueblos cargas fiscales y sociales. La importancia en el estado es otro problema mayúsculo dentro de la región puesto que la dependencia de líderes que forjan nuestro propio futuro nos lleva a estar atados a estos.
Un Latinoamericano al verse en un espejo se debe asustar por su propia imagen, puesto que culpa y no asume sus responsabilidades (que clase de persona ¿no?). Esta importante lección no me la enseño el autor de un libro engañoso, me lo enseño alguien que realmente transmite reflexiones fuertes con sus novelas; alguien con quien tampoco comparto una ideología política pero realiza un mejor análisis cultural que cualquier politólogo, Gabriel García Márquez.
Bibliografía:
·             Galeano, Eduardo. “Las Venas Abiertas de América Latina”. Proporcionado en el silabo
·             CEPAL. Base de datos
·             North, Sumerhill and Weingast. “Order, disorder and economic change”
·             Engerman & Sokoloff. “History Lessons: Institutions, Factors Endowments, and Paths of Development in the New World.”. Journal of Economic Perspectives
·             Carmen Reinhart & Kenneth Rogoff. “This time is different”. 2009
·             Lucio-Paredes, Pablo. Ecuador: De la no república a la no república
·             García Marquez, Gabriel. “La soledad de América Latina”. Discurso aceptación del Nobel 1982
o   Varios escritos



[1] Galeano, Eduardo. Las Venas Abiertas de América Latina. Pp. 3
[2] Lucio-Paredes, Pablo. Ecuador: De la no república a la no república. Pp.176
[3] Galeano, Eduardo. Las Venas Abiertas de América Latina.
[4] North, Sumerhill and Weingast. “Order, disorder and economic change”. Pp, 49

Lo que un economista puede aprender de Gabriel García Márquez


¿Cómo un economista puede utilizar las obras de García Márquez? Pues en muchos casos los economistas debemos analizar los contextos históricos, políticos y culturales del lugar o espacio geográfico que se va a estudiar. En el caso de Latinoamérica, en mi opinión, no existe mejor recurso que las obras del gran García Márquez.
Un sabio profesor me recomendó revisar la obra “100 años de soledad” para entender el comportamiento de los latinoamericanos en la primera mitad del siglo XX. Al principio no comprendía la relación entre el análisis político-económico y una obra de literatura, después de haber investigado y entender la riqueza de la recomendación de mi profesor me sentí como un ignorante. Muchas respuestas estaban en la literatura.
La lección más importante que aprendí fue que la “locura” política de los líderes latinoamericanos están sobre la sensatez económica. La avaricia por el poder, los extraños intereses y las ganas por vivir en un otoño me daban mi más grande lección como economista, la política siempre está relacionada con la economía.
Las obras, en este caso, de García Márquez eran muchísimo más completas que cualquier análisis político y/o sociológico de la época, simplemente era increíble pasar de la “frialdad” del análisis de datos al conocimiento, de cierta forma,  más genérico. Esto puede llevar a correlacionar de una manera más idónea variables de causa con efecto.
Nunca olvidaré el primer párrafo con el cual García Márquez comienza su discurso de aceptación al Premio Nobel de Literatura:
Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación (…)Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.”

Gracias Gabriel García Márquez por todo. Leer sus obras, entenderlas y reflexionar sobre ellas nos llevará adelante en nuestro camino para que “las estirpes condenadas a 100 años de soledad tengan una segunda oportunidad sobre la tierra”.

Economistas, lean a García Márquez, encontraran respuestas. Yo lo seguiré haciendo, me faltan muchas obras y preguntas a ser respondidas.

*Artículo publicado originalmente en Larepública.ec 

La matriz productiva


El cambio de la matriz productiva es, en estos tiempos, uno de los puntos de debate que más circula en el ámbito económico. Revisemos un poco a qué se refiere esto (en mi perspectiva) y, posteriormente, una pequeña reflexión.
¿Qué es una matriz productiva? Como yo lo veo, este término engloba un significado matemático y económico al mismo tiempo. Una matriz es una forma de ordenamiento de números que pueden representar tanto vectores como puntos en un plano. Lo esencial de esto es que tanto filas como columnas de una matriz tienen que ver unas con otras en su intersección.
La parte productiva, obviamente, tiene una connotación económica. Las preguntas comunes en economía para referirse a la producción son: ¿Qué producir? ¿Cómo producir? Y ¿Para quién producir?. Todo esto engloba el aparato productivo de un país que, por medio de diferentes industrias, genera bienes (o servicios) a ser consumidos por clientes.
Uniendo estos dos conceptos , podemos deducir que la matriz productiva es una forma de ordenamiento de los diferentes procesos productivos de una economía. Este ordenamiento (matriz) combina insumos y bienes finales con el objetivo de divisar de una manera clara la dinámica de las industrias y de cómo estas se intersecan (esto fue desarrollado, académicamente, en la matriz de Leontief).
Cambiar (o diversificar) la matriz productiva se refiere a ampliar la cantidad de industrias tanto de insumos como de bienes finales con el fin de agrandar el aparato productivo ecuatoriano. La propuesta del Gobierno de hacer esto parece coherente ¿o no? .
Una pequeña reflexión:
¿Cómo los técnicos económicos saben qué tipo de industrias fomentar dentro de este esquema de la matriz productiva? La respuesta: no lo saben.  Aunque ellos tengan respeto a la lógica, esta puede estar equivocada o mal interpretada.
Hace 20 años, en Chile, existió el llamado “boom” del salmón ahumado. Muchas industrias se situaron alrededor de este producto y colocaron a este país en la vanguardia de su producción.
La lógica nos lleva a pensar por el lado de la tecnología para crecer y ser competitivos, pero ¿el salmón ahumado? No suena tan sofisticado.
Quisiera dejar en su consideración, estimado lector, si este tipo de procesos tienen que surgir desde la espontaneidad y el conocimiento colectivo de las personas emprendedoras, o más bien desde la planificación central con amplia pretensión de conocimiento.
Mi opinión: el salmón gana.

*artículo publicado originalmente en Larepública.ec


Un teorema para Ecuador


Esta última semana murió Ronald Coase, Premio Nobel de economía en 1991. El profesor Coase, de la Universidad de Chicago, nos deja un gran legado, el conocido “Teorema de Coase”.
Este teorema es muy nombrado alrededor de economistas e intentaré sintetizarlo en la mejor forma posible. Para esto me basare en el profesor español Xavier Sala i Martin actual catedrático de la Universidad de Columbia.
Sala i Martin explica en su blog, de una manera bastante pedagógica, lo que es el “Teorema de Coase” usando de ejemplo asientos de pasajeros en un avión.
Imaginemos que entramos en un avión y nos sentamos en cualquier fila de la clase pasajera. Normalmente, pensamos en reclinar nuestro asiento al igual que la persona que se encuentra delante de nosotros. Esto causa una externalidad negativa ya que nuestra comodidad afecta a la del pasajero atrás nuestro y así continuamente. Estas externalidades son conocidas como “fallas de mercado” y la solución de los llamados enemigos del neoliberalismo, es la intervención estatal. Volviendo a nuestro ejemplo, ¿qué puede hacer el Estado para evitar que sintamos incomodidad y eliminar estas externalidades? Tal vez poner una ley que evite que se reclinen los asientos en los aviones.
Parece que el problema esta resuelto ¿no?. La verdad es que las cosas no son así de fáciles.
¿Qué pasaría si la comodidad que tiene el pasajero es superior al perjuicio que siente el otro pasajero al cual le reclinaron el asiento delante suyo? ¿Cómo pueden cuantificar esto los hacedores de leyes?
Las respuestas a estas preguntas las tuvo Coase ya para el año 1961. En palabras de Sala i Martin:
El teorema de Coase dice que la intervención del estado para corregir externalidades no es necesaria porque, si las leyes de propiedad están claras y el coste de firmar un contrato libre entre las partes es pequeño nulo, las partes acabarán llegando a un acuerdo privado que sea socialmente beneficioso.”

¿Cuánta  relación veo  entre este teorema y Ecuador? Bastante.

Empecemos por el tamaño del Estado en Ecuador. Este abarca alrededor del 40 % del PIB y se encuentra prácticamente plasmado en casi todas las actividades. El motor público es fundamental tanto para la economía como para hacer leyes y crear instituciones.

Esta visión, que es la que predomina actualmente en el Gobierno, mira al Estado como un hacedor de todo, y no permite al privado concretar acuerdos que pueden llegar a ser socialmente beneficiosos. No obstante, recordemos que una condición para que se cumpla el teorema es la existencia de leyes claras y que los costos de transacción sean pequeños o nulos. ¿ Se cumplen estas dos condiciones? No y no.

La comprobación de esto lo evidencia los bajos números de inversión privada extranjera y nacional. Justamente, existe poca seguridad jurídica y los costos de transacción son muy altos. En cuanto a lo segundo estos se evidencian por el tiempo que se toma en constituir una empresa o el problema con importar, por ejemplo (salida de divisas). Por ende, Ecuador no cumple con las condiciones para que los contratos privados prevalezcan sobre la intervención estatal.

Lo que opino personalmente es que en lugar de realizar transformaciones estructurales que permitan cumplir con las condiciones antes mencionadas (Leyes claras, costos de transacción bajos o nulos) el Gobierno se empeña en creer entender y controlar la complejidad de la sociedad. Este tipo de soberbia no es cuestión de un solo personaje sino de un modelo.

Muchas gracias Ronald Coase por permitirme llegar a esta reflexión, descanse en paz.


Entrada del blog de Xavier Sala i Martin que explica el “Teorema de Coase”:

*Artículo publicado originalmente en larepública.ec


Allende y la macroeconomía del populismo

Rudiger Dornbusch y Sebastián Edwards escribieron una obra muy interesante que analiza los procesos populistas de varios países del mundo, entre estos se encuentra el caso chileno.
Entre lamentos, llanto y nostalgia varios líderes recordaban un fatídico 11 de septiembre en el cual dejaba este mundo un gran líder socialista, Salvador Allende. Este personaje, candidato varias veces a la presidencia, es recordado por haber roto paradigmas de la época y lograr ganar la presidencia de Chile, teniendo como insignia la ideología socialista.
Allende dejó un gran legado. No obstante, su gobierno tuvo varios fallos, analicemos algunos:
Su primer año fue marcado por cambios estructurales en la economía, comenzando por una intensa reforma agraria. A este tipo de procesos le seguían proyectos de reformas constitucionales que permitían la nacionalización de, sobretodo, grandes minas de cobre. Siguiendo la lógica de regímenes socialistas, los salarios se elevaron, en mayor proporción, para las clases sociales más bajas. El gasto público se elevó de gran manera por medio de programas de expansión fiscal y desarrollo.
El gobierno de Allende tuvo pocos momentos de euforia puesto que uno de los peores males de la economía lo sorprendería, la inflación. Según Dornbusch y Edwards, la inflación creció del 34,9% (como porcentaje del PIB) en 1970 a 605,9% (como porcentaje del PIB) para 1973.
El segundo año, sería uno de ajustes y de medidas de estabilización. Una medida simple y absurda, en mi opinión, que usan los gobiernos para controlar la inflación son los llamados controles de precios. El gobierno de Allende sería un más de los casos en el cual, una política macroeconómica de este estilo, resultara en un rotundo fracaso.
Finalmente, más repercusiones de las políticas económicas socialistas afectarían a Chile hasta llegar al problema incontrolable de la escasez en bienes y alimentos. De igual forma el gobierno pensó poder solucionar el problema “ordenando” a las personas. Esto no llevaría nada más que a huelgas, manifestaciones y angustia en el pueblo chileno.
Personalmente pienso que el gobierno de Allende tuvo varias direcciones erróneas al momento de gestionar la macroeconomía chilena.
Muchos pueden tener sus versiones, como la supuesta intromisión de los Estados Unidos. Pero más allá de eso, pienso que el poco análisis que le damos al gobierno de Allende nos lleva, a los latinoamericanos, a conformarnos con un discurso colorido y una historia de valor y lucha, mientras nos tapamos los ojos ante una gestión que tuvo varios errores y estuvo muy lejos de ser buena, mucho menos perfecta.
Cabe mencionar que no tengo ningún agrado para con la administración Pinochet.
artículo publicado originalmente en www.larepublica.ec