Fander Falconí, titular de la Secretaria
Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), escribió en su columna en
el diario “El Telégrafo” dos artículos titulados “Broma de mal gusto” y
“Banqueros S.A”, el 17 y 31 de Octubre respectivamente.
En este espacio desarrollare algunas
observaciones hacia ciertas afirmaciones descritas en estos artículos.
En “Broma de mal gusto” el autor hace
referencia a la entrega del Premio Nobel de la Paz a la Unión Europea. Su
opinión vertida en este artículo es totalmente respetable y motivo de debates a
nivel social y académico. No obstante,
Falconí escribe “La Unión Europea ha asumido una política económica
híbrida, basada en un intervencionismo regresivo y en un neoliberalismo con
esquemas de mercado libre y reglas derivadas de estructuras de poder […]Por eso
no deja de sorprendernos la noticia del premio Nobel de este año, que parece
reconocer la lucha histórica con fines de lucro y desconocer el retroceso
social provocado por la crisis capitalista” . Esto me dejó dos preguntas, ¿La
Unión Europea se maneja bajo un esquema Neoliberal? Y ¿Es la crisis de Europa culpa
del capitalismo?
No logro entender como problemas
ocasionados dentro de los mismos Gobiernos son de carácter “liberal”, ¿no
abogan los liberales por menos intervencionismo estatal? Tengo el
presentimiento, y ya casi la firmeza, de que algunas personas piensan que
cuando los Gobiernos intervienen de buena manera es por las “grandes” políticas
de la izquierda y cuando intervienen mal es por culpa de lo que llaman
Neoliberalismo (cuando no tiene sentido afirmar esto último). Los Gobiernos
europeos tuvieron fallas por decisiones políticas erróneas y basadas en el
clientelismo (caso Grecia y Espana). Pero, más profundo aún, la crisis europea
se debe a desequilibrios entre países miembros y a las grandes diferencias
culturales de estos. Personalmente,
creo que el proceso de ajuste europeo tomará tiempo pero a la final los ideales
por los cuales fue concebida la Unión, en el tratado de Maastrich,
prevalecerán.
En el artículo “Banqueros S.A” el titular
de SENPLADES hace la siguiente afirmación “En vez de acudir a los exigentes
libros de macroeconomía y al intrincado lenguaje de los técnicos tributarios,
una vez más hay que recurrir al cine y la literatura, donde los banqueros siempre
aparecen retratados como seres fríos y codiciosos, calculadores y con
máscaras.”
Concuerdo que muchas veces se debe acudir
a la literatura como recurso invaluable dentro de los análisis políticos y,
porque no, económicos. Sin embargo, parece que el autor del artículo no
recuerda grandes obras literarias que critican a Gobiernos y a lideres déspotas.
Para esto le pido al lector que revise “La Fiesta del Chivo” de Mario Vargas
Llosa, y el más que famoso realismo mágico del gran Gabriel García Marquéz
plasmado, de manera compacta, en su discurso de aceptación al Nobel de
Literatura en 1982; en este último podrá encontrar como los lideres autoritarios
“aparecen retratados como seres fríos y codiciosos, calculadores y con
máscaras”
Después de leer ambos artículos no me
quedó más que reflexionar, basado en la obra del gran novelista ecuatoriano Alfredo
Pareja Diezcanseco “Hombres sin tiempo”, como las personas podemos estar encerradas tal cual el
protagonista del libro de Alfredo Pareja, pero a diferencia de este no en una
cárcel física sino de ideas.