El 2011 se caracterizó por eventos que llevaron a que se considere este como un año de crisis económica mundial. Países al borde del default en Europa, caída de rating a de EEUU, la burbuja inmobiliaria en China a punto de explotar y frente a esto movimientos denominados como “indignados” en todo el mundo. Términos como rescate, austeridad, reducción de presupuesto son los más sonados en los noticieros económicos de toda cadena mundial. Definitivamente quedaron atrás los tiempos en que la producción material era el único medio para generar valor y bienestar, ahora el dinero manda y este es el principal medio para generar más dinero.
Los precios de acciones así como de commodities fluctúan en una especie de montaña rusa impredecible Nadie comprende exactamente las razones de sus movimientos ya que al menos en el corto plazo han pasado a tener un comportamiento cada vez más irracional. Acciones que tienen subidas monumentales y al poco tiempo caídas históricas. Nadie comprende a los inversores, los capitales se mueven a un ritmo frenético, guiadas por discursos, rumores y hechos relacionados pero que han dejado a un lado a la verdadera naturaleza de marcas y productos. El precio del petróleo sigue una tendencia muy similar, nadie tiene certeza de cual será su precio de aquí a 6 meses. Una caída del precio movida por la crisis mundial o una subida creciente por conflictos bélicos alrededor del estrecho de Hormuz, nadie sabe a ciencia cierta. Patrimonios completos se forjan en base a movimientos acertados en el mercado y familias enteras van a la quiebra por acciones circunstancialmente equivocadas, todo en un abrir y cerrar de ojos.
El dinero no solo esta generando dinero por si mismo pero al parecer también lo atrae. Será verdad el argumento de los indignados de que el 99% de la población no se beneficia del entramado de inversiones en los mercados y que las ganancias van y se siguen acumulando en el 1% de la población? Esto parece ser otro de los argumentos de propaganda que intenta crear este movimiento, pero ni eso le ha salido bien, ya que la verdad según se comenta es que la concentración de riqueza no se encuentra en el 1% sino en el 0,1%. La disparidad del poder adquisitivo al menos en el Ecuador ha ido aún peor, teniendo una tendencia negativa desde los noventas pero desde el 2006 se ha quedado estancado a un solo nivel disminuyendo poco o nada. Pese que ahora existe más dinero este no ha podido ser convertido en bienestar para el general de la población. En este punto respaldar la existencia del dinero en objetos tangibles resulta casi imposible. Las crisis nos hacen dar cuenta que el dinero como unidad de valor deja de tener utilidad cuando esto se pierde o devalúa dejando a un lado sus funciones principales como medio de intercambio y deposito de riqueza. Con esto surgen varias teorías e iniciativas como medios alternativos de intercambio y diferentes formas que la gente encuentra para financiarse o al menos no seguir sufriendo de los estragos de la crisis. No nos podemos todavía preguntar quien o quienes son los llamados a controlar esto si no existe una forma certera de hacerlo, mientras tanto toda propuesta sigue aumentando el cúmulo de la literatura de teorías de ficción.